Estamos en 1914 y el año comenzaba prometedor para una Europa en su apogeo cultural, material y político. Desde fines del siglo pasado, el XIX, las grandes potencias europeas habían mantenido la paz a pesar de crisis políticas diversas. Sin embargo, existía la semilla de una confrontación dadas las condiciones histórico-políticas de la región.
Como se sabe, cuando el archiduque y heredero del Imperio Austro-Húngaro, Francisco Fernando y su esposa sufren un atentado mortal en Sarajevo en junio de 1914, la tardanza en la reacción de Austria, convierte una crisis local en una crisis política europea, y se sale de control, dando origen a la "Gran Guerra".
Curiosamente, al principio esto provoca una euforia patriótica y nacionalista sin precedentes. Algo que al final de la guerra se convertiría en una decepción que arrastró al mundo a consecuencias impredecibles, desde el ascenso de un gobierno socialista y el voto femenino, hasta la caída de grandes imperios europeos y un nuevo orden mundial, donde los Estados Unidos se convertirían en la nueva potencia mundial. El Mundo ya no volvería a ser el mismo...
Sin embargo, esta "Gran Guerra" también es recordada por haber dado origen a un hecho sin precedentes en la historia. Los registros históricos relatan que este breve paréntesis de Hermandad y Humanidad enmedio de una de las confrontaciones bélicas más sangrientas y terribles de nuestros tiempos se inició en Ypres, en Bélgica, en el frente occidental.
Los historiadores le han llamado: "La Tregua de la Navidad"...
En la víspera de Nochebuena de 1914, informes de inteligencia militar aseguraban que, aprovechando la proximidad de dicha festividad de paz y amor, los alemanes (que eran descritos como unos "monstruos" por la propaganda británica) atacarían a gran escala aprovechando el sentimiento en la mismísima Nochebuena. Al ver esto, del lado alemán también se prepararon para una posible ofensiva "traicionera" durante una fecha tan especialmente señalada.
Así, los soldados británicos apostados en la llamada "Tierra de Nadie" (zona fortificada de trincheras y armamento entre los frentes) en Ypres, Bélgica, fueron obligados a mantenerse alertas y vigilantes, sin otorgar permisos (mas que a los altos oficiales, como se imaginarán) y soportando la soledad, el frío, la tensión y el miedo, en vísperas de Navidad... del mismo modo que los teutones.
Permítanme introducirlos al ambiente: la mayoría de estos combatientes eran jóvenes imbuidos de fervor patriótico, que pensaban (como la mayor parte de los europeos) que su bando llegaría a una rápida victoria, por ser los "buenos" y por tanto, tener el favor de Dios. Después de meses de estancamiento, llegaron a la deprimente y terrible "guerra de trincheras", una confrontación donde se peleaba en frentes de kilómetros extensos de zanjas, sin un avance real, y donde un descuido como asomar un poco de más la cabeza implicaba morir a manos de algún francotirador enemigo. Cuando en momentos "apropiados" se escuchaba el temido silbato de un oficial, había que salir de las trincheras para atacar las posisiones enemigas, ganar unos metros, y perderlos luego en la retirada, cuando eran salvajemente bombardeados por la artillería enemiga y el consiguiente contraataque... y así para ambos bandos. No había allí ninguna Gloria, ni Honor, ni nada de lo que les habían dicho antes de reclutarse. Sólo Horror y Desesperación (¿alguien sabe de una guerra que no los tenga?).
Entonces, volvamos a esa fría y estresante Nochebuena de 1914. Cuando los nerviosos y cansados vigías británicos observaron movimiento y luces en el lado alemán, dieron la voz de alerta y se prepararon para lo peor.
Y aquí comienza la Leyenda:
Este es un fragmento de la galardonada película "Joyeux Noël" ("Noche de Paz"), donde se hace una reseña de los sucesos que desencadenaron aquélla legendaria "Tregua de Navidad" de la Nochebuena de 1914, en Ypres, Bélgica.[La versión equivalente en español se puede ver en http://mx.youtube.com/watch?v=o__bJZVk49U&feature=related ].
...hasta que en ese inesperado y casi irreal clima de confraternidad, algunos soldados germanos comenzaron a salir desarmados de sus trincheras, mientras los soldados franceses y británicos (ingleses, escoceses, galeses) los miraban asombrados, hasta que también se decidieron a salir, para después compartir chocolate, tabaco, pan y licor.
Posteriormente, harían el intercambio de objetos personales: fotografías, recuerdos, incluso los que no tenían nada que dar se arrancaban los botones de la casaca para entregarlos a sus nuevos "conocidos": con los que hacía unas horas se estaban matando.
Luego, cada bando pudo recoger a sus muertos y darles una digna sepultura (como se aprecia en el 2do. video). Imagínense una de estas escenas: alemanes enterrando a sus amigos y hermanos, recibiendo la bendición de un capellán inglés, al acorde de una marcha de honor interpretada por gaiteros escoceses y ayudando a sepultarlos por manos francesas. Al final, se celebraron ceremonias religiosas conjuntas y cuenta la leyenda (y algunos testigos, como Hubbert "Bertie" Felstead, fallecido en el 2001 a los 106 años!) que se celebraron partidos de fútbol entre uno y otro bando, donde ganaron los alemanes (desde entonces, caramba!!) por 3-2 y 2-1, aunque según Felstead, "éramos más de 100 soldados, como 50 por bando, pateando una especie de pelota y al final ya nadie contaba los goles!!".
Esta tregua comenzó a extenderse por todo el frente, hasta que inevitablemente los mandos superiores se dieron cuenta de lo que pasaba. Hubo castigos y represalias diversas en contra de los principales "instigadores" de esta Tregua: la mayoría fueron enviados a posiciones más ofensivas. Algunos franceses fueron pasados por las armas, como escarmiento. Los alemanes fueron enviados al terrible frente oriental, contra los rusos. Y desde entonces, cada víspera de Navidad se realizaban terribles bombardeos sobre el frente para evitar que se "relajara la combatibidad de los soldados" (??!!).