domingo, 23 de agosto de 2009

Cumplir la Palabra: un Unicornio en conflicto... y Amundsen, Scott y Shackleton [Parte 2].

Hola, buen día!!

Antes que nada, una disculpa: hablamos de "cumplir la palabra" y sin embargo, 5 días después de lo que dije en el post anterior, puedo publicar esto. Perdón. El barco de investigación tuvo problemas con la red inalámbrica... y uno de confiado... en fin, acá estamos ya. ¿Comenzamos?

La historia a la que me referí en el "post" anterior tiene que ver, como todas las buenas historias, con gente ordinaria que de algún modo se "redescubre" en circunstancias extraordinarias. Pero lo que la hace especial es que, además de ser una de las historias de supervivencia más extraordinaria de todos los tiempos, es una historia de Confianza, Lealtad y Sacrificio entre hombres comprometidos con sus compañeros. Algo que rara vez se ve hoy en día.

[Por ejemplo, veamos el caso del diputado mexicano del PAN, Gerardo Priego, que devolvió hace unos días $1,200,000 pesos, aprox. US$95,000 dólares, de un fondo para viajes (es decir, "turistear" por cuenta de nuestros impuestos). ¡Milagro! (Aunque, siendo diputado, seguramente lo hizo con algún avieso y obsceno plan de protagonismo, ñiaca, ñiaca!!) Pero... un tal Juan José Rodríguez-Prats, un pobre "compañero" diputado, de su mismo partido, sale a lloriquear y decir que ese diputado "... también debería devolver su dieta ($$$) porque tuvo un desempeño deficiente como legislador... Sus declaraciones son un insulto al Poder Legislativo! (sic)". De otro que protestó ya ni digo nada: es del partido contrario, el PRI, un tal César Horacio Duarte. ¡"Probecitos"! ¿Por qué van a regresar los milones que les dan de "apoyo"... por NO HACER NADA, bola de lametraseros flojos??!!
¡¡Háganme el refavrón cabor!! Estos diputaditos salen a hacer berrinche porque ya los pusieron en evidencia (¡más?). Y el insulto al pueblo mexicano, por parte de esta mayoría de flojos, ineptos, improductivos y aparte cínicos, ¿¡QUÉ?! Por eso les digo...!]

Caray. Creo que me enojé. Perdón por el exabrupto. Continuamos:

[Por Favor, prepárense con suficiente café de olla y panecillos de nuez, porque la historia tiene varios matices. Si ya están preparados, iniciemos...]

A fines del siglo XIX y principios del XX, hubo una "Edad Heroica de la Exploración Antártica". La misión principal era alcanzar el punto más austral de la Tierra: el Polo Sur. De hecho, hubo una competencia para llegar primero al Polo Sur, comparable a la carrera espacial para llegar a la Luna en la década de 1960. Y en esta "carrera al Polo", el irlandés Ernest Shackleton ya había ido a la Antártida entre los años 1901 y 1904, al formar parte de la célebre "Expedición Discovery" del Comandante Robert Falcon Scott y posteriormente sería el líder en la "Expedición Nimrod", en 1907. Había sido reconocido por llegar al punto más austral (a los 88° 23' S) y estaba preparándose para el intento definitivo... cuando ocurrió que el célebre explorador noruego, Roald Amundsen, al no poder ser el primero en llegar al Polo Norte, cambió su objetivo y conquistó el punto más austral de la Tierra, el Polo Sur, el 14 de diciembre de 1911.
El momento cumbre de la expedición:
Amundsen en el Polo Sur


Mapa antártico del Mar y Barrera de Ross.
En verde, la ruta de Scott, con sus caballos siberianos.
En rojo, el camino de Amundsen, con sus perros de trineo.


[Aquí, otro paréntesis para resaltar la clase de Hombres de esa época: el 17 de enero de 1912, Scott y sus hombres llegaron al Polo. Con decepción y tristeza descubrieron que Amundsen les había ganado la carrera. Y al regresar, dadas las severas y cada vez peores condiciones del clima, la expedición británica terminó en tragedia. Ocho meses después, cuando se lograron recuperar los diarios y datos de los exploradores, se supo que habían luchado hasta el fin, con actos de dignidad y heroísmo como estos:

El legendario grupo de Scott: en el Polo Sur, el 18 de enero de 1912.
Arriba, y de izquierda a derecha: Wilson, Scott y Lawrence Oates;
Abajo, sentados: Bowers y Edgar Evans.

- A pesar de lo dífícil de la jornada, todavía tuvieron el ánimo de hacer observaciones geológicas y meteorológicas. Llevaban ¡14 kilos de muestras científicas!
- Redujeron sus raciones para no sobrecargar a los compañeros más sanos. El mayor del grupo, Edgar Evans, falleció por ello, el 17 de febrero.
- En una acción heroica, inmortalizada más tarde por poetas y artistas, el capitán Lawrence Oates, con una antigua herida de guerra en la pierna y dañado por la congelación, se dio cuenta que estaba condenado por la gangrena resultante, de modo que el día de su cumpleaños número 32 (el 17 de marzo), intuyendo que sus compañeros querrían festejarle y se negarían a abandonarle por ninguna razón, salió de la tienda, miró la blanca inmensidad que los rodeaba y suspirando, pasó a la inmortalidad con las siguientes palabras: "Voy a salir... y posiblemente me quedaré mucho tiempo" ... antes de perderse en el horizonte nevado.


En la foto izquierda,
Scott y sus hombres en la base "Polheim" dejada en el Polo Sur por Amundsen. De izquierda a derecha: Scott, Bowers, Wilson y Evans. La foto fue tomada por el capitán Lawrence Oates, el cual aparece en la foto de la Derecha, con los caballos de la Expedición "Terra Nova".




Desafortunadamente, este deliberado y galano sacrificio no serviría de mucho. Afectados por las extremas y desfavorables condiciones climatológicas, y a varias millas de su refugio, Scott y sus hombres perdieron la batalla contra la Naturaleza. Sería hasta 8 meses después cuando una misión de rescate hallaría los restos de su expedición.

Pero todavía hay más. Cuando Roald Amundsen llegó a Noruega, el recibimiento, aunque disminuido por las noticias de la tragedia británica, fue triunfal: incluso los reyes acudieron a recibirlos. Aparte del reconocimiento y la gloria, pudo obtener premios en efectivo; de hecho, esta histórica jornada debía haberle procurado mucho dinero a Amundsen,... pero gran parte de ese dinero lo donó a la familia de Scott, por su valor, coraje y heroísmo.



Fotografías: el explorador Roald Amundsen, a la izquierda; el Comandante Scott, a la derecha.










¡¡Caraxo!! Y luego me preguntan por qué exijo a mis alumnos y camaradas de trabajo, cuando hay que salir airosos de las obligaciones. ¿Podremos alguna vez volver a ver especímenes de esta raza antigua de los Hombres, en nuestros tiempos, qué digo, en NUESTRO País?
Mejor cierro el paréntesis... si no... ¡Gggrrrrhhhhh!... ]

Poco después que Amundsen conquistara el polo Sur, estalló la Primera Guerra Mundial. Debido a ello, dejaron de efectuarse más expediciones de esta envergadura, marcando así el fin de esta edad heroica que de manera simbólica concluye con la muerte de Sir Ernest Shackleton en el año de 1922.

Shackleton (foto izquierda), al enterarse de la hazaña de Amundsen, se fijó una nueva meta: ser el primero en CRUZAR el continente antártico. Así, planeó una nueva y atrevida expedición.

La Expedición Imperial Trans-Antártica ("Endurance") partió desde Londres el 1ro. de agosto de 1914. Su objetivo: cruzar la Antártida desde un punto cerca de la Bahía Vahsel en la parte sur del Mar de Weddell, para llegar al Polo Sur y seguir hacia la Isla y el Mar de Ross en el otro extremo de la Antártida. Utilizaría dos naves y dos equipos: el Endurance (nombrado así por el lema de su familia "Fortitudine Vincimus" o "By Endurance, We Conquer"- "Mediante la Resistencia, Conquistaremos"), para el equipo que cruzaría el continente, y el Aurora, que llevaría al segundo equipo al Mar de Ross para instrumentar una vía de suministros para la segunda parte de la arriesgada travesía.

Expedición Imperial Transantártica ("Endurance") 1914-1915:
1. Mapa de las vías marítimas del "Endurance", el "James Caird" y el "Aurora".
2. Ruta de suministro terrestre del equipo del mar de Ross.
3. Vía terrestre planeada por el equipo del mar de Weddell, dirigido por Sir Ernest Shackleton.

Travesía del Endurance Deriva del Endurance en el hielo Deriva del equipo acampado sobre la banquisa,
luego del hundimiento del Endurance
Ruta del "James Caird" Ruta transantártica planeada Viaje del "Aurora" a la Antártida Retirada del "Aurora" Ruta de suministros

El objetivo inicial de la misión tuvo que ser modificado cuando el Endurance quedó atrapado en el hielo casi a punto de llegar a su destino en la Bahía de Vahsel, y posteriormente, después de cerca de 9 meses de esfuerzos y optimismo por salvarlo, fue aplastado por los bloques de hielo que lo aprisionaban.

Y aquí empieza una de las historias de travesías épicas y de supervivencia más increíbles y heroicas de todos los tiempos.

"¡¡VVOOOYY! ¡A poco!", dirán ustedes, con justa razón, después de oir los falsos elogios y exageraciones del gobierno y anexas. Nomás 'pérenme tantito. Les explico:

¿Se imaginan estar en un lugar inhóspito, árido, desconocido y hostil (como en Iztapalapa, México, D.F., o Bagdad, Irak, como a las 10-11 de la noche y ni siquiera una Glock 9 mm o de perdida un M-16 con lanzacohetes) y sin esperanza alguna de ayuda?

¿Y que, como en una pesadilla, puedan ver el lugar donde podrían estar a salvo, pero no pudieran llegar a él, por más que caminaran, porque, cada día (debido a la presión horizontal) se levantaran ante ustedes paredes de hielo de hasta TRES metros de altura, impidiéndoles seguir en esa dirección?

¡Y para acabarla de amolar... ¿qué harían si se despertaran al otro día, y se dieran cuenta con horror que Elba Esther Gordillo los acaba de vio... ¡NO, perdón!, no es para tanto!

Decía: ...se dieran cuenta, con terror, que el sitio donde acamparon se alejó varios kilómetros a la deriva del lugar seguro a donde YA CASI llegaban!??

¿¿¡¡Y todo esto, con cada vez menos raciones de alimento, vientos cortantes con temperaturas de aproximadamente 30°C BAJO CERO, rompimientos en el piso de hielo y agua glacial filtrándose por todos lados!!??

Pues TODO ESO y más tuvieron que pasar los Hombres del Endurance, obligados a viajar por tierra para buscar refugio, una misión que se fue haciendo cada vez más difícil e imposible, hasta que, de varias opciones reales de supervivencia, SÓLO les quedó UNA: marchar en trineo por el inhóspito Mar de Weddell y posteriormente arriesgarse en ¡pequeños y frágiles botes salvavidas! hasta la Isla Elefante, en el archipiélago de las Islas Shetland del Sur (Islas Piloto Pardo, para los chilenos).

Había sitios más cercanos, pero como ustedes sabrán, las aguas en ese lugar del mundo están entre las más traicioneras y violentas del mundo... y más en invierno. La isla "Decepción", Las Malvinas o Tierra de Fuego estaban más cerca, pero los hombres no soportarían las condiciones. Convenía ir a un lugar un poco más distante, pero lejos de esas aguas embravecidas y aterrorizantes.

Habiendo llegado a la Isla Elefante, surgió un pequeñísimo problema: era un lugar remoto y rara vez visitado por humano alguno (que no fueran balleneros). Había que buscar ayuda más allá, para volver a la civilización. De modo que reforzaron uno de sus pequeños botes (el "James Caird") y Shackleton, junto con Worlsey y otros 3 expedicionarios, navegaron a través del impredecible Atlántico invernal hasta la isla Georgia del Sur en busca de ayuda.



A la Izquierda: Croquis del viaje de los botes salvavidas a isla Elefante (en verde), y el increíble viaje del bote "James Caird" de la isla Elefante
hasta la de Georgia del Sur (en rojo).


A la Derecha: el capitán Frank Worsley,
el legendario Navegante de la heroica travesía del "James Caird".



Tan sólo este viaje, daría tema a todo un post acerca de la determinación, el arrojo y el coraje del espíritu humano. Navegar en un bote de tan solo 6,7 m de eslora (largo por la parte interna) a través del Paso de Drake hasta Georgia del Sur casi en el Invierno Antártico (Abril-Mayo) fue una Odisea arriesgadísima y posiblemente no tiene paralelo en la historia de la navegación. Aparte, es un increíble demostración de la habilidad de un Hombre (Worsley) para la navegación, ya que para orientarse sólo tenía un pequeño sextante que tenía que manipular en condiciones absolutamente desafiantes, agitado y golpeado por las tormentas, aguas glaciales y olas gigantescas.

Y como si fuera extensión de telenovela con mal argumento, al llegar a tierra al sur de esa isla... otro obstáculo: tuvieron que decidir si continuaban el viaje bordeando la costa (algo muy peligroso) o atravesar la cordillera que recorría dorsalmente la isla, en una expedición impredecible (¡NO se conocía el interior de esa isla!) cruzando una cordillera desconocida en un viaje tremendo de ¡¡36 horas!!

Al final, en un recorrido legendario, donde por las alucinaciones o de plano la Providencia (ayuda extraterrestre, diría Jaime Maussán, jejeje!) todo el tiempo se sentía la presencia de "un cuarto personaje", según declaraciones de los 3 hombres, alcanzaron la base ballenera de Grytviken, donde consiguieron ayuda.

Lo primero que hizo este extraordinario líder, fue regresar por sus compañeros al otro lado de la isla. Posteriormente, a pesar de los consejos para que recuperara fuerzas, insistió en volver ÉL MISMO por sus hombres... porque así "lo había PROMETIDO". Contrató un ballenero (22 de mayo), que sólo pudo llegar a 110 km de la Isla Elefante.

Desesperado, fue a las Malvinas y desde allí solicitó al Almirantazgo en Londres un barco adecuado para el rescate. Le contestaron que "hasta octubre habría algo disponible", y en su opinión sería demasiado tarde (la burocracia es igual en todos lados, ¿eehhh?).

Sin embargo, Shackleton NO se rindió. Consiguió un barco uruguayo en Montevideo, y salió nuevamente por sus camaradas, el 10 de junio. ¿Y qué creen, mis resistentes lectores? ¿¿Finalmente tuvo un final feliz??


Pues... ¡NO!
¡¡TAMPOCO PUDO LLEGAR ESTA VEZ!!

Esto terminaba en tragedia. Pero ni aún así olvidaba su Promesa. Y con la ayuda de los chilenos, salió de Punta Arenas el 12 de julio, en otro intento de rescate. Tristemente, la barrera de hielo le impidió llegar de nuevo.

Bueno, ¿YAAA! ¿Cuál fue el final de esta desafortunada pero heroica historia?

Shackleton rogó al gobierno chileno que le dejara el Yelcho, un barco de vapor pequeño pero muy resistente y que los había auxiliado durante el intento anterior. El gobierno chileno accedió y así, el 25 de agosto, el capitán Luis Pardo Villalón (véase ilustración siguiente) al mando del Yelcho, se dirigió hacia la isla Elefante, en un intento más del tenaz Shackleton.
Esta vez...,la Providencia les favoreció. El mar estaba abierto y el barco se pudo acercar a la orilla de la isla, con una densa niebla. A las 11:40 del 30 de agosto la niebla se abrió, dejando ver el campo. ¿Qué habría pasado con la tripulación?

Los 22 hombres que habían permanecido en esa isla, ¡habían sobrevivido!, con la esperanza, casi la certeza, contarían después, de que REGRESARÍAN por ellos, porque confiaban en su Comandante.

Así, MESES DESPUÉS de haber llegado a la isla Georgia del Sur por ayuda, en una hora TODA la tripulación en la isla Elefante ya estaba a bordo, navegando hacia Punta Arenas.

(Insértese una porra aquí, por favor!!!)

TODA la tripulación del Endurance sobrevivió. La leyenda había empezado...

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... Y esta fue la historia que me (nos) hizo reflexionar. Y es mi única excusa para haber hecho lo que no se aconsejaba realizar, como señalé en la primera parte de este post. Ahora, ya el asunto se ha calmado, y agradezco a mis amigos haberme recordado este episodio, para hacer lo que se tenía que hacer.

Supongo que en la medida que podamos tener Hombres como éstos, sin importar Nacionalidad, Raza, Credo o Edad, todavía tendremos remedio. Sólo espero no haberlos cansado con tanto viaje Antártico. La moraleja de esta Historia, esta ocasión, se las dejo a Ustedes.

Deseándoles un relajante fin de semana, y con mis mejores deseos por una jornada inspirada, se despide,

el fatigado navegante Unicornio...

P.D. Este post fue actualizado, para publicar algunas correcciones en las fotos. Gracias.

domingo, 16 de agosto de 2009

Cumplir la Palabra: un Unicornio en conflicto [Parte 1].


¿Les ha ocurrido, camaradas,que a veces quisieran meter sus imperativos, traumas y prejuicios, así como viejas enseñanzas, en una bolsa y tirarla enmedio de la Mar Océano?

¿Se han mirado al espejo, UNA VEZ MÁS, y se han preguntado por qué hicieron lo que aseguraron NO volverían a hacer?

Cuando los caballitos con cuerno eran peques, nos enseñaron varias cosas que demostraron fehacientemente ser del todo inoperantes en el "Brave New World" de la Sociedad Occidental Moderna.

Nos educaron de manera completamente atávica, obsoleta. Nos contaban historias propias de lecciones medievales, como la de una agradable y oscura, pero reconfortante Noche de Diciembre, entre los Cuentos de Navidad e Historias de Héroes y Caballeros, acerca de la Historia de la Luz hecha forma, de cómo fue creado el Primer Unicornio, nacido de la Luz y con el Destino de Guiar:

"Pero... he aquí que el Creador de Todo quiso ser conocido, aunque ya conocía todas las cosas. Y entonces creó al Hombre. El Unicornio se maravilló mirándolo, y de pronto se sintió modesto y vergonzoso. Y como no participó en su creación, lo amó aún más y lo vió como un compañero, como alguien a quien servir".

Desde entonces, nos decían, "el Destino de ambas Razas se vinculó como ninguna otra: el Unicornio conduce hacia la Luz... pero sólo el Hombre puede seguirlo allí, si lo desea".

También nos enseñaron que todas las niñas podían llegar a ser Princesas, y todos los niños, a Príncipes, porque desde siempre estaban destinados a eso. Preceptos como ayudar a los más débiles que nosotros, tratar de consolar a los afligidos, ayudar a otros, si no nos afectaba. Supongo que todo se resumía en "servir".

"Dios mismo podría decirse que es el Gran Servidor", nos leían. "Nos ha dado todo lo necesario para ser felices, nos ha provisto de todo en abundancia. Y nos corresponde servir a tanta bondad haciendo lo mismo con los demás", remataban.

Esto viene a colación, porque a veces quisiera desembarazarme (¡¡no, NO soy hermafrodita, déjenme acabar!!!), decía, quisiera liberarme de aquéllas antiguas enseñanzas. Sobre todo en momentos como estos...
(Aviso a los amables lectores: prepárense con un cafecito de olla y galletas de nueces y canela, porque esto puede degenerar en una confesión unicorniana... nada que no hayan visto en TV, jejeje! Sobre aviso no hay engaño. Continuamos??)

Cuando recientemente fuimos enviados para hacer una, digamos "evaluación" de campo, se me encomendó formar un equipo. Después, al presentarlo a los superiores, se me dijo que urgía enviarnos a "campo", aunque aún no hubiera un responsable directo. De modo que a pesar del riesgo burocrático de no tener validez administrativa, mi equipo decidió aceptar la situación poco común, si yo quedaba al frente del equipo.

Ocurrió entonces que ante los superiores, acordé que en caso de que no hubiese un responsable del proyecto designado, mi informe sería aceptado como Reporte Definitivo de Responsable de Misión. Y ante la preocupación de los "muchachos" les dije que yo asumiría la responsabilidad de las personas bajo mi guía. Y ellos confiaron en esto, porque sabían que siempre les he cumplido lo prometido. Bueno, no prometí nada. Pero por las circunstancias, supongo que había una promesa implícita de cuidarles (cuidarnos) las espaldas.

Todo marchaba según lo planeado... hasta que llegó el "responsable" directo. Un chavo recomendado, engreído, prepotente, ignorante. Igual el asunto hubiera salido, aun con dificultades. Pero aparte, nuestro "líder" tenía el peor defecto de un mando: soberbia cobarde (No, no ha sido candidato "de unidad" de algún partido político!!).

Cuando notó que las cosas estaban saliendo de la patada, insinuó que las actividades en campo y la interacción con las personas era lo que estaba mal. Y a escondidas, fue llamando a cada uno de los integrantes del equipo: A, B, C, D, E, F y U (but of course), en ese orden. Comentó que alguien en su posición NO podía fallar (y menos siendo un recomendado, pensé yo), y que entonces modificaría el plan original por uno que sí daría resultado... pero que el tiempo e insumos perdidos debían atribuirse a alguien... sí, adivinaron, "el de la culpa fue (el simpático, carismático y nada desconfiado) U".

Me sentí como Andrej Manué: víctima de un "compló". Pero esperaba algo así. Lo que nunca esperé (aunque lo contemplé tácticamente como una pesadilla tipo Freddy Krueger) es que la gente por la que estaba arriesgándome y que estaba bajo mi cuidado, colaborara con este inútil, al que horas antes estaban insultando y ridiculizando con singular alegría (por eso empezé a sospechar).

No obstante, a pesar de "meter cizaña" al ver que los resultados no eran los esperados, y convencer a todo el equipo para apoyarlo, dos de ellos (E y F, compañeros de muchas batallas) no aceptaron. Así que nos dejaron dejaron solos y se "agandallaron" (¡mexicanísima palabra y acción!) otro proyecto alterno y más "sencillo"... con todo y equipo.

Pero, como sabrán, en la ciencia pocas cosas suelen ser lo que parecen al principio. Aquí, lo reconozco, tuvimos que ser más estratégicos... y despiadados. Presentamos un panorama más "benigno" para el proyecto alterno, fingimos aceptar colaborar, y tuvimos que trabajar día y noche para adelantar el nuestro, el original, mientras los otros se confiaban. Como en el ajedrez, no fue engaño. Fue un contragambito.

La estrategia ordena efectuar acciones y presiones extremas. Existen momentos donde uno mismo NO debe permitirse perder, para no hacerlo.

Así, logramos sacar nuestro proyecto casi arrastrándonos (nos quitaron equipo y suministros). Y al preparar el regreso, supimos que mis demás ex-compañeros habían fallado y aparte dejaron atrás equipo y desperfectos. ¡Ahh! Y su "pseudo-líder-recomendado" los dejó SOLOS (volvió con un pretexto de enfermedad... y ya no volvió).

OFICIALMENTE, YO YA NO ERA SU LIDER DE PROYECTO. Y no debía entrometerme con sus Informes de Actividades (por cuestiones de protocolo): eso era ya obligación de su nuevo y "recomendado" líder, al cual aparte, habían ELEGIDO ELLOS!!!

No obstante, existía un pequeño problema: como ya mencioné, al asignarme el proyecto, implícitamente nos comprometimos a salir lo más airosos posibles de la misión, para no afectar los buenos expedientes personal involucrado. Además, aceptaron ir conmigo, NO con el recomendado.

En una buena estrategia y liderazgo, se les otorga a los miembros del equipo AUTONOMÍA y Libertad de elección, pero también Disciplina para seguir las pautas elegidas por la mayoría o e Protocolo. Y SE ASUMEN LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRAS DECISIONES. Ya no somos niños chiquitos (bueno, eso creo... A veces, la realidad me dice lo contrario...). De modo que partimos de regreso con la misión cumplida, quizás un bono por el éxito y... esperando una "purga" de compañeros por los eventos ocurridos.

PERO... méndigo código Unicorniano. Una promesa (aunque sea implícita) se debe cumplir. Por qué? Porque cuando ya no estemos acá, y nuestro paso por la tierra sea tan sólo un pálido recuerdo en la memoria de los que nos quisieron... lo único que perdurará serán nuestros actos. Y el modo en que honramos nuestra palabra. Es una norma del Bushidō (武士道) ["El Camino del Guerrero"]. Ya lo mencioné ANTES, y lo pueden consultar AQUI.

Ya sabrán lo que pasó. Uno de mis leales colegas me recordó una historia que yo les conté alguna vez, en antárticas tierras: la historia del Endurance y Sir Ernest Shackleton. Y eso hizo que la decisión fuera más sencilla. Regresamos. Hablamos con nuestros antiguos compañeros y quedamos en mencionarlos en nuestro informe. El recomendado tendría que explicar SOLO el fracaso, así como los dejó solos también.

PERO... ya desde allí, a pesar del alivio en sus miradas, y el estrechar las manos con firmeza... sus expresiones me decían otra cosa: ESTABAN "SENTIDOS". En el fondo, creo que se sintieron "humillados", a pesar que les dije que comprendía sus acciones, debido a las amenazas del otro tipo. Quizás pensaron que me "deberían" un favor... y ¿cómo lo "cobraría"? Que los avergonzaría un día si no hacían lo que les ordenara. Que me portaría, en resumen, como el patán recomendado ese.

Y eso me dolió más que ninguna otra cosa. Quizás por vanidad propia, lo reconozco, porque pensé: "Qué, ¿no les he demostrado que pueden confiar en mí?" "¿Qué hice mal ahora?" Y supongo que cae uno en la fácil trampa de la autocomplacencia y la autocompasión.

Porque ayudarlos implica que tendremos que "exagerar un poco" el informe original. Bueno, un "mucho", quizás. Y esperar que nos apoyen, considerando que eso nos pondría en riesgo de "alterar información delicada de proyección de metas". Pero mi preocupación es que, si yo decido arriesgarme laboral y/o profesionalmente (la historia de mi vida, je), mis 2 DOS 2 leales compañeros, qué digo, AMIGOS,... no tendrían por qué arriesgarse. Y lo hicieron.

Y en honor de estos grandes amigos, les resumiré aquélla historia del "Endurance", esperando que os ayude a vosotros en alguna decisión difícil, acerca de si hacer o no lo que es lógico y justo... pero quizá ni Noble ni Humano.

Quiero preparar bien este relato, de modo que lo dejaré para mañana.

Por lo pronto, parece que las cosas se están enfriando. Pero ha sido un episodio muy estresante (los Caballos con Cuerno también envejecen, caray). Y aún no sé si tenga consecuencias para mis leales amigos. Por un lado siento algo de temor (por ellos), coraje (por los que "recomiendan") y pena (por los otros). Pero se siente fenomenal saber que, a pesar de mis muchos defectos y enormes debilidades, puedo tener el honor de contar con amigos del alma en mi país.

De modo que nos vemos mañana, en la continuación de este relato, que espero no os haya aburrido demasiado.

Con mis mejores deseos para ustedes (y sus verdaderos amigos),

el confesado Caballo con Cuerno...