martes, 5 de febrero de 2008

Nobleza, Honor, Lealtad: ¿Mitos, Leyendas?

Estamos de viaje. Abajo, nos rodean esos fantásticos copos gigantes de nieve, nieblas de figuras legendarias, nubes cargadas de fantasía y electricidad. Y me recuerdan imágenes de otros tiempos:


Y de la bruma sedosa, surgían
lentos, inteligentes, increíbles,
como nuestros pensamientos,
como nuestros errores,
como nuestros más profundos temores,
los elefantes imposibles de Aníbal,
nuestras pesadillas e ilusiones...

Y para llenar el tiempo con pensamientos, y no con el sueño de Cartago, nos pusimos a analizar las diferencias culturales de los sitios que visitábamos con nuestras propias costumbres.

Llegamos al extremo de hablar de comportamientos universales. Es decir, formas de actuar que se mantenían como una constante entre culturas y civilizaciones distintas, por considerarse comportamientos que ayudarían a la sobrevivencia de un grupo, llámese familia, tribu, pueblo o nación.

Y la polémica se hizo más incisiva cuando llegamos a los términos "Nobleza, Lealtad". Y a la acción de "Cumplir, Honrar La Palabra". ¿Acaso aún son funcionales en este tiempo? Mi posición (ya se lo habrán imaginado) era que sí, definitivamente sí.

Será porque a lo largo de la Historia, las civilizaciones que pierden contacto con sus principios rectores, con los principios que las hicieron grandes, caen más rápida y estrepitosamente que las que conservan esas guías de comportamiento bajo casi cualquier circunstancia.

"¿Por qué serás tan idealista?", es la pregunta que invariablemente surge. Y la explicación se repite en mi interior (y ahora también ante ustedes). Será que me educaron, sin saberlo, en las antiguas normas o virtudes del "Bushidō".

"¿Qué es el Bushidō?", es la pregunta obligada. De las antiguas conversaciones con amistades japonesas, de las enseñanzas de mis maestros y de la consuetudinaria referencia a los "Wiki-términos", les puedo decir que en la tradición japonesa, el Bushidō (武士道) se traduce como "el camino del guerrero". Puede considerarse un estricto código ético al que los célebres Samurái (o Bushi) entregaban sus vidas. Era un código demandante, ya que exigía tener Lealtad y Honor hasta el fin.

Y aquí empiezan los problemas: Occidente ve de manera "romántica" este tipo de "filosofías orientales". Pero a veces no tiene nada que ver con la superficial visión occidental. Veamos, por ejemplo, lo del "Honor":

Para muchas personas, aún en la actualidad (pleno siglo XXI), el Honor tiene que ver con la pureza, virginidad y prestigio social de sus mujeres y en forma extendida, de sus familias. Tiene que ver más con las apariencias que con el sentido original del término. Desde este punto de vista, el "honor" sería un sentimiento de dignidad personal, PROVENIENTE DEL EXTERIOR, y por tanto, en extremo susceptible e inseguro. Por este tipo de "honor", la gente se ha matado, pueblos enteros se han destruido entre sí, y muchas vidas se han desperdiciado y corrompido. Lo peor de nuestra especie ha salido a la luz a través de esta ventana deformada llamada "honor".

Y para que sepamos de que estamos hablando, les describo lo que serían estas virtudes para el Bushidō. Originalmente, serían siete virtudes vinculadas entre sí:


義 - Gi - (Rectitud)
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la propia, la que se ha madurado a través de generaciones, de ancestros, y que te ha sido entregada como una sagrada posesión. Para un auténtico samurái no existen "tonalidades" o "matices" en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo Correcto y lo Incorrecto. Simple. Sencillo.

勇 - Yuu - (Coraje)
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es arriesgado, sí. Es peligroso, también. Pero es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico NO ES ciego. ES inteligente y fuerte. Es compasivo, pero también implacable. Y reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

仁 - Jin - (Benevolencia)
Mediante el entrenamiento intenso el samurái se convierte en rápido y fuerte. NO es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene Compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

礼 - Rei - (Respeto)
Los samuráis NO tienen motivos para ser crueles. NO necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés INCLUSO con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no solamente por su fiereza y arrojo en las batallas, sino MÁS AÚN por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái surge como relámpago en tiempos difíciles.

誠 - Makoto - (Honestidad, Sinceridad Absoluta)
Cuando un samurái dice que hará algo, es COMO SI YA ESTUVIERA HECHO. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. NO ha de "dar su palabra" NO ha de "prometer", el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.

名誉「名譽 - Meiyo - (Honor)
El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones tomadas y cómo son llevadas a cabo reflejan quién el verdadero ser de sus ejecutores. Esto es verdadero, porque NADIE PUEDE OCULTARSE DE SÍ MISMO.

忠義 - Chuugi - (Lealtad)
Haber hecho o dicho "algo", significa que ESE "ALGO" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fiel. Porque LAS PALABRAS DE UN HOMBRE SON COMO SUS HUELLAS; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.

Si nos damos cuenta, los términos no nos hablan de algo a lo que estemos acostumbrados. Por ejemplo, la última virtud, "Lealtad"... ¿podrían entenderla en este sentido los políticos partidistas, por ejemplo? NO, no lo creo. Porque ellos, basándonos en Maquiavelo, piensan que la Lealtad es una cuestión "estratégica", que debe servir al bien del "Principado" (o partido)... y no al bien común.

Pero creo que ya me metí en un Enorme problema: no me alcanza el espacio ni el tiempo para elucubrar sobre cada uno de estos puntos. De modo que los espero pasado mañana, si así lo desean, para continuar con cada uno de estos "Mitos", que en alguna época llamábamos Principios...

Confiando en Ovidio ("Si lo vas a intentar, culmínalo"), les deseo un Día Luminoso, dondequiera que estén, y nos leemos en dos días (si aterrizamos bien en esta reliquia voladora, jejeje).

Con afecto para todos,

El Bushi Unicornio.

7 comentarios:

CRISTINA dijo...

Me ha encantado este post, Unicornio.
Sí, como tú dices, por el sentido "romántico" que les damos a veces a esos términos (qué pobre palabra para todo lo que nombras y explicas), pero también por el sentido profundo de cada una de esas "virtudes".
Y ahora que en España estamos en "precampaña" electoral me entristezco al pensar que ni una de esas "virtudes" aguantarían la mayoría de los candidatos. Como tú dices, ¡ay! Maquiavelo...

Y recuerdo a mi madre cuando todavía hoy me dice y me enseña con su ejemplo cosas como "sé valiente", "ayúdales, te necesitan", "desde pequeña aprendiste que no se miente", "no des mal..."

Saludos.
Espero los post siguientes

Unicornio dijo...

CRistina:

Encantado de recibir tu visita por aquí. Sí, en ocasiones por estrategia tenemos que adecuar esos principios al mundo moderno. Pero, ¿en qué momento dejan de "adecuarse" y acaban corrompiéndose? Y que ocurra esto, ¿debe ser por supervivencia? O son los mismos principios, pero aplicados de otra manera?

Espero contestarme a mí mismo en las siguientes entregas.

Cuídate mucho y que tengas un fin de semana disfrutable, son los mejores deseos del

maquiavélico Caballo con Cuerno...

Sibyla dijo...

Apreciado Unicornio, ha sido toda una sorpresa y un deleite al visitar tus palabras en este excelente post, encontrarme que mencionas tantos valores necesarios y maravillosos para que la vida fluya de una manera suave y ordenada, pero que son principios y valores que se van perdiendo, y que lamentablemente no están en alza, más bien todo lo contrario están para nuestra desgracia en desuso.

Yo me pregunto ¿ué le estamos transmitiendo a la generación futura?, cómo van a poder valorar todos los principios que mencionas en tu post si no los conocen?.

Es una triste realidad, por eso es muy importante esta entrada que nos dejas hoy.
Querido amigo, continúa dejándonos estos temes tan interesants para poder reflexionar.
Gracias: Un abrazo:)

Unicornio dijo...

Hola, Sibyla!

En la Historia de las Civilizaciones, cuando los "principios" estratégicos se pierden, por conservar los "valores" tácticos (es decir, cuando lo urgente opaca a lo importante, cuando el egoísmo supera al amor, cuando nos desconocemos a nosotros mismos y usamos máscaras de todo lo que no somos para tratar de comunicarnos "mejor"), es simplemente tiempo de que otra cultura, civilización o época surga, muchas veces de las cenizas de la anterior.

Pero por eso el Hombre está hecho de Esperanza (entre otras cosas): siempre se pueden enseñar los antiguos, pero imperecederos, principios. Y siempre se aprenden de nuevo. Cuesta tiempo y a veces dolor. Pero ocurre. Es cuestión de hacerlo y sentarnos pacientemente a esperar el momento adecuado.

En fin, como todo buen Caballo con Cuerno Espiralado, nunca dejaré de ser optimísticamente realista (¿así se dice, jejeje?).

Sólo espero poder transmitírselo a los demás en los "post" siguientes. Ni hablar, a trabajar se ha dicho!

Que tengas un Luminoso Fin de Semana, y productivos días futuros, son los mejores deseos del

Daimyo Unicornio.

Miguel Cane dijo...

Ánimo, valor y gracia, Unicornio.

Es el lema de éste vago y desorientado.

Un abrazo transoceánco, estiadísimo caballito con cuerno.

Unicornio dijo...

Así es, estimado Don Miguel:

Hay que ser ecuánimes, sacar el valor de donde lo tengamos escondido (porque siempre está allí) y, pues el buen humor, para tratar con el mundo que nos tocó transformar.

Permítame adherirme a su arenga de batalla, o como ud. le llama, su lema.

Sale un abrazotototote de regreso, cruzando la Mar Océano, para mi amigo (si es que tengo el privilegio de ser considerado así), Don Miguel Cane.

Que la semana sea luminosa para Ud, y los Suyos, son los más caros deseos del

"en-lemado" (que no "enlamado", jejeje) Cuaco con Cuerno.

Anónimo dijo...

No sé si es tan así, si le damos un valor romántico a esas palabras. Yo decididamente no. El Honor es pureza, pero no en términos físicos, sino espirituales y tiene que ver con la integridad moral; es una cualidad que eleva al ser humano muy por encima de su insignificancia material, ennobleciéndolo. Por cierto, muy buen post. No puedo menos que apoyar cualquier artículo que adhiera a ideales semejantes.