¿QUIEN ES TAN OSADO PARA VER EL MUNDO DE VERDAD FRENTE A SUS OJOS? . . . Y . . . . . ¿ATREVERSE A CAMBIARLO?
viernes, 14 de diciembre de 2007
En Tierra de Dragones...
Es en ocasiones como esta que me declaro otra vez incapaz de entender los aviesos giros de los traumas humanos. Personas que dicen "blanco" en un segundo se vuelven a decir "¡negro!". Compañeros que están contigo, voltean la espalda al momento siguiente. Los Caballos con Cuerno están acostumbrados a estos súbitos giros, y los comprenden (aunque no los justifiquen)... pero no a la velocidad y en la cantidad que he presenciado estas semanas!!!
Este argumento me recuerda una de las más inquietantes y quizás la más influyente de las novelas tipo "filosófica-ficción" (¿antecedente de nuestra "ciencia-ficción"?) de la época medieval, escrita por una especie de "Renacentista" musulmán (almorávide) español, si mal no recuerdo: Ibn Tufail (siglo XII). Se llama "El Viviente, Hijo del Vigilante" (Hay Ibn Yaqzan). Trata de un niño, abandonado en una isla desierta. Es criado por una cabra, y al crecer, obtiene conocimiento de manera autodidacta y empírica: estudia las estrellas, aprende a sembrar y cosechar, a tejer y anatomía, disecando animales. Pasa de la ciencia a la filosofía y a la teología, demostrándose a sí mismo, de manera indubitable, la existencia del Creador. Al llegar a ser un adulto maduro, descubre a la Humanidad, aprende sus lenguas y se decepciona de la vulgaridad y miseria espiritual de la religión popular. Criticó que una pizca de moralidad fuera obtenida por estrechas y vagas promesas de cielo y crueles amenazas de infierno. Decide entonces convertirles a la más pura religión filosófica. Por supuesto, no lo comprenden y hasta le llegan a ser hostiles: pagan odio por amor y sabiduría. Y con el entendimiento luminoso que le caracteriza, nuestro personaje aprende que el pueblo solamente puede respetar cierto "orden social" con la ayuda de "religiones" llenas de mitos y milagros; ceremonias y ritos; castigos y tal vez recompensas, y entre más "sobrenaturales", mejor. Al final, se disculpa por su noble intromisión para intentar mejorar sus vidas y sus espíritus, y regresa a su isla y a sus compañeros, los animales.
No hay nada nuevo bajo el sol, definitivamente. Pero Ibn Tufail también tuvo otra gran influencia en el pensamiento medieval: presentó a un joven e idealista médico y jurista con el califa en turno: un tal Averroes, el espíritu más influyente (y también polémico) de la filosofía islámica. De él, precisamente, quiero compartirles una frase que a veces ayuda a comprender y a tomar rumbo en estas etapas oscuras: "Sed Renovadores en lo que se refiere a la Ciencia y el Pensamiento... pero sed Conservadores en lo referente a los asuntos de los Hombres."
Es mi problema. A veces olvido que evolucionamos tecnológicamente a velocidades enormes... pero en el fondo, en nuestras emociones, instintos y temores, seguimos casi en la edad de las cavernas; es decir, avanzamos a paso de tortuga obesa y reumática con principios de artritis (perdón, creo que exageré).
No quiero aburrirlos con más quejas. Otro día les platico de Averroes y de los sabios musulmanes de España. por el momento, únicamente les deseo que tengan un día luminoso, dondequiera que estén!!
jueves, 29 de noviembre de 2007
Después de la Tormenta... llegan Virus y Extorsiones: ¡Cuidado con la "Ingeniería Social"!
2.- La primera impresión siempre es de confianza hacia el otro.
3.- No nos gusta decir NO, en principio.
4.- A todos nos agrada que nos halaguen.
Y yo agregaría una 5a. quinta 5a.: No caer en el pánico súbito... aunque sé que es algo de lo más difícil que hay, sobre todo cuando no estamos ya acostumbrados en esta sociedad urbana a enfrentar crisis inmediatas.
Como ejemplo práctico, quiero compartirles un caso recurrente en esta temporada y una experiencia familiar cercana:
(1): Hay gente que se comunica a las casas particulares fingiendo enojo o angustia, argumentando que en su celular tienen registradas llamadas del número residencial de dichas casas con amenazas de muerte o extorsión.
Insisten que es nuestro número de teléfono el que aparece en su identificador de llamadas... pero esto es un truco para obtener información privada de la persona que contesta la llamada.
"¿Cómo es esto?", se preguntarán. Pues... por medio de afirmaciones "gancho", que permiten, debido a la RHN, que la gente "buena" HABLE DE MAS (¡¡recuerden las 5 tendencias 5 antes mencionadas!!):
"¡Acabamos de recibir una llamada de amenaza de muerte (o secuestro exprés, o extorsión) desde ese número y fue un hombre quien nos llamó!", es lo que escuchamos al teléfono.
¿Qué respondería alguna persona consciente y comprometida?
Al percibir la ira o angustia de la otra persona, la que contesta se siente presionada y obligada a aclarar la cuestión, PERO TAMBIEN TRATARA DE ENFATIZAR SU INOCENCIA, O DE CONFORTAR A LA OTRA, con frases como éstas:
- "¿Cómo, si aquí no vive NINGÚN HOMBRE?"
- "¡Ay, Dios mío, cómo cree, si aquí vivo SOLA CON MI BEBE!"
- "¡Es imposible, mis hijos y esposo NO LLEGAN sino hasta la noche!"
- "Se equivoca, amigo, no HAY NADIE EN ESTA CASA LOS FINES DE SEMANA, pero espero que se resuelva su problema..."
¿Se dan cuenta de lo que hacemos por "solidaridad"? Posteriormente, esa persona QUE NO CONOCEMOS, quizás se disculpe, tal vez solloze y pida más datos de ustedes, "para estar seguro"... y entonces seguiremos diciendo cosas e información como:
- "Ay, cómo lo siento. ¡Yo tengo DOS HIJOS PEQUEÑOS, EN PRIMARIA, imagínese! Y mi esposo TRABAJA DE VELADOR, así que comprendo su angustia, pero no se preocupe, primero Dios todo se arreglará!" (¡Qué ternura la de la buena gente de mi pueblo, caray!) Y entonces cuelga, satisfecha de haber "confortado" a la angustiada persona que le llamó.
A los pocos días, llaman nuevamente para decir (y lo peor, con lenguaje altisonante): "Los tenemos bien controlados, sabemos muy bien a qué hora entran y salen, quién está EN LA CASA, cuántos HIJOS PEQUEÑOS tiene, donde estudian la PRIMARIA y si no quieren que les pase algo a sus HIJOS o a su ESPOSO, (o a sus papás, hermanos, etc.) tiene que darnos $$$$$$ cantidad".
¿Qué hacer? No permitir que nos controlen. Escuchar pero responder con firmeza, negando lo de la llamada y sugiriendo que se llame a las autoridades, de las dos partes. Si acaso, decir que lamenta el hecho Y COLGAR EL TELEFONO. TRATAR DE NO PROPORCIONAR información alguna, por mucho que sea nuestro primer impulso. Este es el objetivo de estos tipos o "hackers" (¡más bien, delincuentes, qué va!) sociales.
(2): Hace tiempo, un miembro de la familia llamó desesperado al ignorado Cuaco con Cuerno, para buscar consejo URGENTE. Les acababan de llamar para decirles que un pariente cercano que trabajaba en los Estados Unidos (sí, adivinaron: era indocumentado) había ocasionado un accidente, herido o matado a una persona y que estaba detenido en la terminal aérea de la Muy Noble y Muy Leal. Y para no "regresarlo" (con el agravante de que lo juzgarían allá por el accidente) tenían que depositar una cantidad para "echarle la mano" (¡estos eufemismos del mexicano!) y que el "Comandante" se "hiciera de la vista gorda" y que se "saliera" el susodicho parientico.
("¿Y yo por qué?", me pregunté al estilo Fox). Le dí ánimos y le confesé mi falta de capacidad para aconsejar en un asunto tan delicado, de modo que consultara con algún profesional. Me contestó que no, que confiaba más en mí, y el pretexto para consultarme es que había estado en Inteligencia y si tendría contactos para resolver el asunto (!!) Pues... no. Pero estaba tan desesperado que le planteé un plan de acción.
Plan A: ¿Ya trataron de contactarlo con o a través de su familia? "Pero... ¡¿cómo *$%#!!&+# vamos a contactarlo, si está detenido en el Aeropuerto?!" Y perdonándole las palabras altisonantes, comprensibles en todo lo que cabe, dada la situación, le contesté: ¿Y quién te asegura que REALMENTE esté en México? En 1er. lugar, si es indocumentado, ¿cómo va a tomar un avión, a escasos minutos del supuesto accidente? ¿Y ya viste la hora? Según esto, tomó el Concorde, o un caza supersónico para estar ya en la capital? Su respuesta: NO, NO SE NOS HABIA OCURRIDO.
Le dije: entonces, háganlo y si no, pasamos al Plan B. Aquí, mis colegas que escuchaban (nooo, si chismosos los hombres, no son), me preguntaron: "Y... ¿tienes ya un Plan B?" N'ombre, el orgullo que sintió el Caballito con cuerno al decirles: "¡¡Pues, claro que no!! Es para tranquilizarlo".
El final fue feliz. Después de hora y media de angustia (y de "dialogar con el *"%$$#!!&?%+* "Comandante" por teléfono), confirmaron que el pariente sí estaba... pero en su trabajo, en la Unión Americana. O sea, puro y vil chantaje embustero. Pero con esto quiero ilustrar la 5a. tendencia: caer en pánico. No obstante, los entiendo: ¿cómo no creerles si saben (o "parecen saber") datos que uno cree solamente conoce la familia más cercana. Los exhorté a investigar entre amigos del susodicho, incluso allá, en Estados Unidos (sobre todo, de la familia de su "esposa"), pero, quizás comprensiblemente, ya no quisieron tocar el asunto más.
Por lo tanto, la moraleja de esta plática fue: no comenten nada a favor de los diputados, porque los colegas (sobre todo mi "Némesis") empiezan a silbarle y a ridiculizar al caballito con cuerno.
(Ya veré mañana qué les cuento, para que no me anden echando montón estos cuates, jejeje).
Un saludo afectuoso (y más aún si llegaron hasta el final de este rollo "delincuencial"), asegurando que procuraré conversar de algo más ameno la siguiente vez, de parte del
"¿Inteligente?" (juar, juar, sí, cómo no) Cuaco Cornúpeta.
martes, 27 de noviembre de 2007
Elucubraciones (griegas) después de la tormenta...
"Pero... el sentirse ofendido es algo unívoco, NO biunívoco", me dice uno de los colegas. Es decir, "no importa si para mí es un halago, la respuesta depende de cómo haya interpretado ESA información la OTRA persona".
Aún así, entonces debe decirse que la mayoría de los calificativos utilizados en nuestra lengua, provienen de expresiones descriptivas, no peyorativas, de las lenguas griega o latina. Y aquí les ofrezco un ejemplo:

De modo que, para ellos, la trillada frase "¡¡Como México no hay Dos, ajúa!!", que en su caso sería "Como Grecia No Hay Dos", fue pensada así: "¡¡Como Los GRIEGOS, Son TODOS los HOMBRES!!"
Y de hecho, esa era la semilla de su Universalidad y de la mítica "Democracia" (que ahora no entendemos): TODOS tenían derechos, en la medida que TODOS eran RESPONSABLES de ellos.
Así, la participación en los asuntos de interés del estado era la GRAN RESPONSABILIDAD y afición de todo griego que se respetase. Aquél raro ejemplar de griego que se ocupase únicamente de sus asuntos privados, dejando a un lado los asuntos públicos, era un IDIOTES, de la palabra griega IDIOS que significa peculiar (particular). La opinión griega respecto a una persona así era obvia. Idiotes e idiota tendrían "casi" el mismo significado. Hoy en día, la persona más severamente retardada se conoce como "idiota": alguien que no es capaz de un lenguaje coherente o de protegerse contra los riesgos ordinarios de la vida; que no puede ser RESPONSABLE de sí mismo, mucho menos de los demás.

De manera que, en el sentido estricto, decirle a un moderno político mexicano (y quizás de otros lares también) "¡¡IDIOTA!!" NO es un insulto, sino que lo define completamente: es un IRRESPONSABLE (Socialmente Hablando).

"¡Aún así", me espetó otro de mis aguerridos discutidores, tu punto es insostenible!" ¿Por qué?", pregunté yo. Porque de todos modos, los gobernantes deberían ser personas medianamente CULTAS para saber de griegos y romanos... y los políticos, "POR INDEFINICION", NO LO SON!!
¡Ja, ja, ja! Efectivamente, esa es una variable que yo NO había contemplado. Y entonces, para todo fin práctico, todo político "chanchomonero" se sentirá agredido incluso si se le halaga al decirle: "¡señor diputado, es satisfactorio advertir que sea usted tan meticuloso!"Inmediatamente nos acusarían a Nosotros, Nobilísimos, Magnánimos y Señoriales Caballitos con Cuerno, de:
- Exagerados ("¿Señor?"),
- Vulgares (¿por lo de diputado?),
- Hedonistas egoístas (¿por lo de satisfactorio?),
- Violentos amenazadores (¿por lo de "advertir"?) y, sobre todo,
- "¡Jijos pederastas del góber precioso y su "papá"!" (o sea, el hórrido Gobernador de Puebla, Mario Marín y su "papito" protegido, el empresario acusado de pederastia Kamel Nacif), por aquéllo de "METICULOSO" (??!!).
O sea, ¿qué culpa tienen los benévolos y "carismáticos" (= "de cara con cuerno automático": breviario cultural del Unicornis Veritas Dictionariu...De nada) Unicornitos de que los políticos ignorantes sean tan malpensados!!!???
En fin, habremos de ser más meticulosos... NOOO, PERDON!!... quise decir, minuciosos (= osos minúsculos? ... otro breviario cultural del citado Dictionariu??!!). Para la próxima, nomás mentamos madres y nos vamos, cabalgando al viento!!!
Y así, con un rapidísimo (y avergonzado) saludo (¡la culpa es de los "Dictionarius"!), por aquello de la cabalgata al viento, y antes de que esta cultural disertación se corrompa más, se despide, algo apenado (NO!, ni crean que buscaré esta palabra en el canijo diccionario de los unicornios!!!),
El desglosado Caballito con Cuerno...
P.D. Luego preguntan por qué acabamos como nuestro primo lejano (¡ya iba por La Rumorosa!), el Caballo Blanco: con "todo el hocico sangraaandoooo...". Caray, ya mejor regreso dicho Dictionariu a su caja fuerte... puros problemas nos da...
miércoles, 21 de noviembre de 2007
¿El egocentrismo es autóctono aquí?
Estas son las ocasiones en que quiero (y debería) tomar a mi fiel compañera, abrazarla fuertemente, sentir sus curvas frente a mi cuerpo, y suave, delicadamente, hacerla cantar, para llevarse con sus sonidos la pena que embarga mi alma. Después de todo, nada como una hermosa dama española de seis cuerdas, que responde al nombre de "Alhambra".
Es que te duele (bueno, a los Unicornios sí les cala) ver que, después de la tempestad... NO viene la calma: más bien, llega la desesperación. Al irse "secando" las zonas antes inundadas, aparecen los escombros de lo que una vez fue una casa, un comedor, una cocina, etc. Y entonces la desesperanza y la angustia se reflejan en los rostros, de por sí cansados y pesimistas, de los lugareños.

Me explico: he visto cómo las personas discuten y hasta llegan a los golpes por una despensa que podrían compartir. Y quizá digan ustedes "¡es comprensible!"... pero, ¡¿entre miembros de la misma familia??!! Y obviamente los niños se asustan y no comprenden y lloran, más que por falta de alimento, por miedo a esta situación.
¿Será una constante de nuestros pueblos? ¿Por qué podemos ser personas tan galanas en situaciones límite, y con personas ajenas a nosotros, pero también TAN egoístas cuando se trata de la gente que nos está más cercana (familiares, vecinos, en fin, Mexicanos)?
Existe una frase que aborrezco, de entre muchas otras. Es una especie de "dicho popular" por estos lares: "¡Po's de que lloren en mi casa, a que lloren en la tuya, mejor que lloren en la tuya!" Me molesta sobremanera que el egoísmo más estúpido tome carta de naturalización entre mi querido pueblo en forma de un "dicho de sabiduría popular". (Luego por qué ciertaj imbécilej autoridadej explican los linchamientoj en araj de los "usos y costumbres" del pueblo).
[Aquí vale la pena una aclaración: el Unicornio NO insulta gratuitamente. Lo que hace es DEFINIR. De modo que no crean que califico a las "autoridades" de la Ciudad de México y otros lares como "imbéciles", noooo, de ninguna manera. Lo quiero decir es que SON Imbéciles: i.e., "atontados, escasos de razón", según la definición. Gracias por la atención debida a este breviario cultural. Continuamos].
Sin embargo, hay esperanza: en comunidades más pequeñas, las cosas se repartían como iban llegando, entre los que se hallaban más necesitados. Eso me hizo recordar una vieja historia (en versión super-abreviada) que me contaban mis mayores, en tiempos navideños (y que me hace recordar a Virgilio, no sé por qué):
Érase una vez, que un santo varón se preguntaba por qué, si todos los hombres eran hermanos, hacían tanta diferencia entre ellos. Y sufría al pensar en el castigo que sobrevendría para aquéllos que no comprendieran que el Amor era más importante que el Egoísmo.
Y resulta entonces que vino el Ángel de la Muerte. Y se dispuso a llevarlo al Paraíso. Sin embargo, antes de entrar, pidió conocer los infaustos castigos que se deparaban a aquéllos que habían sido egoístas, malvados, envidiosos...
El divino guía lo transportó entonces a un salón, de donde escapaban los gritos y aullidos más estremecedores. Al entrar, apreció una escena espeluznante: en una mesa enorme, adornada y repleta con las más exquisitas viandas y manjares, se encontraban una gran cantidad de personas, peleando por un bocado de comida. Todos tenían una especie de cucharón, unido a sus manos de manera fija... ¡¡pero con una longitud del doble de sus brazos!! De esta forma, podían tomar los alimentos, y también golpear hasta hacer sangrar a los demás comensales... ¡¡PERO NO PODIAN ACERCAR LA COMIDA A SUS PROPIAS BOCAS!! ¡¡NINGUNO DE ELLOS!! Los aullidos y alaridos eran por el hambre, la furia, la frustración y el odio que emanaba de aquella habitación maldita.
Aterrado, el santo varón pidió salir: su sensitivo corazón parecía estallarle ante las dantescas imágenes. De este modo, se le llevó a observar la contraparte de este sitio, en el Paraíso. Cual no sería su sorpresa cuando, al llegar al sitio equivalente en ese lugar, observó con enorme sorpresa que todo era PRACTICAMENTE IGUAL que en la habitación infernal que acababa de abandonar, PERO...
...allí se percibía un ambiente de paz, casi festivo. Todos COMÍAN de buena gana, y con gran alegría, de las viandas repartidas en EXACTAMENTE los mismos lugares en que las había visto en el infernal comedor. LA UNICA DIFERENCIA ES QUE, AQUI, TODOS LOS COMENSALES SE DABAN DE COMER LOS UNOS A LOS OTROS, con sus largos y surrealistas utensilios ... !!
Así, así me hubiera gustado ver a la mayoría... pero no ocurrió de ese modo. De manera que hay trabajar más para reforzar nuestra capacidad de empatía para lograr, aunque sea de poco a poco, mejorar cada vez más... haciendo mejorar a los demás.
¿Es este deseo una ilusión, un espejismo de la mente? No, no lo creo así. Ya han existido épocas doradas en las que el Hombre logró gobernarse (y gobernar) de manera excelente, tolerante, respetuosa, inteligente y bondadosa, involucrando a TODOS para el bien de TODOS. Ya les platicaré la próxima vez de una de estas épocas, entre los años 90 a 180 de nuestra Era "Cristiana", en la antigua Roma.
Y por el momento, permítanme dejarlos aquí. Les deseo un buen principio de semana y fructíferos y animosos momentos para este y los días que le siguen.
(Y que alguien me de ánimos a mí, jejeje.... ¿se puede?)
Un abrazo entonces, desde el Sureste Mexicano (y la Muy Noble y Muy Leal también) a todos los rincones del ciberespacio, de parte del
Melancólico Unicornio.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
¿Daña más la indiferencia?
Tiene que ver con el hecho de que, aunque nos falte algo que la mayoría ESPERA, no siempre implica que haya desinterés o falta de afecto.
Había una vez... (¿listo el café de olla y las galleticas?) :
...un gran maestro llamado Zubin Mehta, director de orquesta hindú, de serio carácter y siempre dispuesto a retos profesionales. De hecho, primero quiso estudiar medicina y se inclinó al final por la música. Quizá lo recuerden como el director en el 1er. concierto de "Los Tres Tenores" en 1990, y como el director del Réquiem de Mozart, en un concierto a beneficio de las víctimas del horror de las guerras fratricidas en lo
que era Yugoslavia, justo en las ruinas de lo que fue la Biblioteca Nacional de Sarajevo, como un símbolo en contra de la locura de ese conflicto, en 1994.

Pues bien. Esta historia empieza en la ciudad de Praga, donde se había hecho una tradición que su festival anual de primavera se cerrara con la ejecución de la novena sinfonía de Beethoven. En 1963, la filarmónica checa encargó al renombrado y estricto maestro hindú, Zubin
Mehta, que la dirigiera en la catedral de San Vito.


Cuando ya el conjunto orquestal entraba en el final (Fraude, schöner Götterfunken), el director mismo sentía algo de la "chispa divina" de la alegría. El final fue apoteósico. Al Maestro le hubiese agradado mucho escuchar aplausos atronadores, pero al menos tenía la satisfacción de saber que había superado todos los obstáculos que se le habían presentado… y al final, había triunfado.



Bueno, bueno... no pretendo que también se nos salgan las de San Pedro cada que nos pase algo parecido, pero sí que no nos dejáramos llevar por el "Efecto México": cuando todo va requetebien, ni nos damos por enterados, y ni nos importa el esfuerzo que haya implicado... pero en cuanto las cosas ya no son tan atractivas como al principio, entonces luego luego ¡a tirar el arpa!, ¿no?
Luego entonces, esperando que tengan TO2 ustedes ocasiones de doblar la esquina y recibir el reconocimiento a su diaria y fructífera labor de TO2 los días (trabajar con gusto, hacer sonreír a alguien más, recibir un besito y un abrazito fuerte, pero muy fuerte, de algún chiquitín muy querido por ustedes, o un besototote y un abrazototote de alguna guapísima mujer o algún galante caballero, o la felicidad del ancianito o ancianita cuando le ceden el asiento junto a la persona que se hizo la
dormida en el transporte público...), se despide, con un ENORME, PERO DE VERDAD ENORME ABRAZO,
lunes, 12 de noviembre de 2007
¿La "Era de la Depresión"? ¿No que la de Acuario?

En general, no tengo mucha confianza en la Psicología. Básicamente, es sumamente difícil verificar cabalmente sus teorías, porque es un área donde nuestros métodos de evaluación (mediciones, inferencias, estadística, inducción, deducción, etc.) y adquisición de conocimiento no se pueden aplicar tal cual. Y al mismo tiempo los admiro porque tienen que lidiar con una de las zonas más complejas del universo conocido: el cerebro humano... haciendo uso del mismo para tratar de entenderlo!
En fin, después de asistir a una conferencia sobre "Depresión y Ansiedad en Niños, Adolescentes y Jóvenes" (o algo así)... me pues a pensar en que, más que estar en la "Era de Acuario" (Walter Mercado dixit), estamos en la "Era de la Depre"...!
En resumidas cuentas, entendí (y espero haber entendido bien) que la predisposición a una vida de depresiones y angustias recalcitrantes se tiene que buscar en los eventos "traumáticos" que hayamos tenido de escuincles, según los conferencistas. Claro, dieron más detalles "técnicos", pero para que voy a aburrirlos con toda esa jerga profesional. Básicamente, creo que entendí que se tenían cuatro causas principales:
- Conductual, donde planteaban que acontecimientos negativos en la infancia favorecen los estados depresivos.- Cognitiva, donde se presentan juicios negativos a consecuencia de experiencias de "fracasos" mal asimilados, situaciones de indefensión aprendida, modelos depresivos familiares, etc.
- Psicodinámica, donde interviene la pérdida de autoestima y/o pérdidas a edad temprana de (así les llaman) "objetos amados", i.e., personas queridas, familiares cercanos, hasta mascotas.
- Biológicas, que tienen que ver con cuestiones funcionales, i.e., disminución de neurotransmisores cerebrales (como la dopamina, la serotonina, etc.) o fallas en el sistema neuroendocrinológico, y hasta componentes genéticos.
Presentándoles a la Dopamina:

... y a la Serotonina:
Pero... también mencionaron algo curioso: muchas veces, al atender a uno de los múltiples pacientitos con diagnóstico INICIAL de TDAH (Trastorno de Déficit de la Atención e Hiperactividad), al no mejorar a pesar de examinar cada una de las posibles causas, incluida la depresión y/o la ansiedad, resultaba que se lograban resultados positivos (y sorprendentes, según uno de los expositores) con 2 sencillas 2 fórmulas:
1.- Tratando a los PADRES... NO al niño!!! Al hacer esto, y al mostrar una mejora el ambiente "familiar", el niño (o incluso el adolescente) se "componía" solo!
2.- Educando a los PADRES... ¡para que EDUQUEN al niño! Es decir, muchas veces, los canijos chamacos NO TENIAN LIMITES... y eso los hacía (además de niños malcriados, but of course!) confundirse y presentar síntomas de hiperactividad extrema o bien, de apatía anormal. Al corregir este punto, también se notaba una mejoría significativa en los infantes...
De aquí me pregunto: ¿realmente estamos dándole más oportunidades a los niños, o los estamos haciendo seres dependientes, incapaces de resolver problemas y enfrentar retos, y sobre todo, impedidos para ser FELICES???!!!
Es tanto nuestro afán por darles TODO lo que no tuvimos, que nos olvidamos de DARLES lo que SI TUVIMOS: disciplina, sentido de responsabilidad, lealtad, DERECHOS, sí, PERO también OBLIGACIONES que implican ESOS Derechos.
Quizás, después de todo, esos sentimientos de Depresión y Angustia son reflejos de nuestros espíritus extraviados, sin una meta o destino al cual dedicar nuestras energías y nuestras esperanzas.
Pensándolo bien, tal vez tenga algo de razón L. Marinoff, cuando plantea que necesitamos "Más Platón (en el sentido de una filosofía, un sentido para la vida) y menos Prozac (Fluoxetina, un popular antidepresivo, del tipo de los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina)".
Caray, y por el momento me retiro. Empiezo a deprimirme al ver todo el mal que causa la incapacidad gubernamental, la cobardía política y los berrinches partidistas en una tragedia (que pudo ser previsible) como la de Tabasco (ohh, San Peje, San Peje, ¿por qué los habréis abandonado?). Ya luego les contaré, si es que me envían hasta allá...
Hasta Mañana, entonces...
jueves, 1 de noviembre de 2007
Cuando la salud se pierde...

De modo que ahora, después de casi 2 semanas 2 de convalecencia, vuelvo más pronto que dispuesto a este rincón del buen chismear...
lunes, 22 de octubre de 2007
La Humildad que Eleva... y NO Humilla...
De modo que sé Bondadoso y podrás ser osado. Sé Frugal y podrás ser liberal. Pero evita anteponer tus intereses a los de otras personas y podrás llegar a ser Dirigente de los Hombres".
Hace tiempo me leyeron estas palabras, inspiradas en Lao-Tsé, uno de mis favoritos de todos los tiempos. Y me preguntaba, en la fría noche de guardia del sábado, si tenemos todavía la capacidad para pensar en los demás, cuando sabemos que es lo justo, AUNQUE todos nuestros instintos nos lleven a aprovecharnos de nuestra posición más ventajosa, o de mayor poder, o de mejor suerte.
Y entonces, en la discusión que siguió, recordé y compartí con mis friolentos compañeros y adormilados pacientes, una Historia de Humildad... o simplemente, un ejemplo de Nobleza??
- Optimistas, abstenerse (ya saben que todo es posible, sólo toma un poco más de tiempo). No, no es cierto. Léanlo conmigo...
- Pesimistas... este relato es con cariño para ustedes...
Porque aparte, con estos ingratos (por súbitos) fríos, ya me estaba amodorrando. De modo que, inspirado por la enorme cantidad de e-mails que he recibido (ofreciéndome sólo productos y publicidad, naturalmente), y por la entrante época de fríos, les relataré (acompañado de un café de olla bien caliente, ¡qué rico!)...
"La Historia de Eugenio Monti"
Uno de los más emocionantes deportes en los Juegos Olímpicos (de Invierno, ojo) es el evento del tobogán , "bobsleigh" o "bobsledding", para equipos de dos y cuatro hombres. Y uno de los más grandes exponentes de este deporte fue el italiano Eugenio Monti, considerado (junto con el suizo Erich Schärer y los alemanes Bernhard Germeshausen y Wolfgang Hope) como el mejor conductor de trineos de la historia.
Monti, 8 veces campeón del mundo, no había ganado una medalla de oro olímpica, hasta su llegada a Innsbruck, en los IX Olímpicos de Invierno, 1964. Señalado como favorito, su mayor contrincante sería un compatriota, Sergio Zanardi, del 2do. equipo italiano.

La noticia del desafortunado suceso llegó a oídos de Monti. Y este recordó que SU trineo era de la misma clase (¿o marca?) que el de los británicos. (¿Qué habrá pensado en ese momento? Después de ver a Nash y Dixon, sabía que eran un peligro para sus aspiraciones al oro olímpico. Aparte, era cosa de la suerte, ¿o no? Total, quizá el destino le preparaba el camino para su 1er. campeonato olímpico, ¿verdad? ¿QUÉ HUBIESEN HECHO USTEDES, HUMANOS LECTORES?)
Monti actuó con rapidez. No se permite "catafixiarse" (perdón; quise decir "intercambiarse": eso me pasa por ver a "Chabelo, el amigo de todos los niños") los trineos... pero nadie había dicho nada acerca de desarmarlos. Puesto que el perno de SU trineo era intercambiable con el de los británicos, Monti lo extrajo y corrió a dárselo a Nash... justo a tiempo para evitar que se descalificaran.
Y en uno de los retornos más extraordinarios en la historia de los Juegos, Tony Nash y Robin Dixon vinieron de atrás para llevarse el ansiado oro olímpico, mientras que por "ciertos desajustes y contratiempos" Eugenio Monti cayó hasta el tercer lugar.
Cuando se le cuestionó acerca de su "precipitada" acción, Monti dijo sencillamente, "Tony Nash no ganó porque yo le hubiera dado mi perno. Tony Nash ganó porque en este día él era el mejor conductor entre nosotros, y estaba destinado a la victoria".
Me decían mis mayores, que cuando uno hace lo que considera que es correcto, cuando uno sigue sus propias reglas, al tener la certeza de hacer lo justo, el alma crece, y al vencerse a uno mismo (a nuestros egoísmos, temores, prejuicios y fracasos... e incluso a los engañosos "triunfos"), cualquier otro reto es poca cosa.
Después de todo, quizás sea cierto: tiempo después, ese mismo año, Eugenio Monti fue galardonado con la Medalla "Barón de Coubertin" Al Espíritu Deportivo, como el atleta que verdaderamente ha dado honor y gloria al deporte. Muchos lo tomaron como un premio de consolación, puesto que para los siguientes Juegos, Monti ya pasaría de... los 40 añotes. Había dejado escapar su quizás última oportunidad de ser campeón olímpico.
¿El epílogo a esta historia de Nobleza y Camaradería ?: Eugenio Monti, con más de 40 años de edad, condujo a sus dos equipos de trineo (de 2 y de 4 hombres) A GANAR DOS

. . . . . . .
"Pero tuvo mucha suerte, ¿no?", me preguntó Don Chóforo, que estaba aún despierto. "No, lo que tuvo fue mucha madre para hacer eso", dijo otro señor mayor. Mis compañeros se quedaron pensativos, hasta que uno de ellos me dijo: "qué buenas historias inventas, ¿has pensado en escribirlas?" Después de sonreírle (recuerden que los unicornios provocan el "Efecto Cassandra": nos creen las bromas, PERO NO las historias reales!), le comenté que en efecto, tuvo "mucha suerte"... pero de no morir en los inicios de su carrera deportiva como esquiador, porque un accidente, cuando se preparaba para los Juegos Olímpicos de Oslo (1952), en el que se quebró las DOS piernas, le apartó de la competición... y lo condujo a practicar el "bobsleigh", donde su carácter y nobleza (o humildad) lo llevarían a la gloria. Y que, aunque no lo creyera, Eugenio Monti (nacido en Cortina d'Ampezzo, en 1928, y fallecido un Primero de Diciembre de 2003, sniff!) ES UNA PERSONA REAL. Tan real como los pacientes que se estaban recuperando de operaciones de sus piernas. Una persona "Ordinaria", actuando de manera "Extraordinaria", simplemente confiando en lo que era capaz de hacer...
Y a pesar del frío, nos calentó el ambiente las risas provocadas por otro de los pacientes, cuando declaró: "para saber: después de estas fracturas, po's puedo ir a una olimpiada... pero de güey regalo mis tornillos!.. mejor se los vendo!"
Juar, juar, juar!! No, si les digo que hay que hacer mucha labor unicorniana... pero ahí vamos, poco a poco. Total, me pareció ver unos ojos acuosos entre algunos de mis pacientes, y sonrisas de satisfacción. Lástima que no dejan pasar cafés de olla, si no, hubiera sido una noche "perfecta".
Pero ya es tiempo de trabajar, así que ahí los dejo pensando, como mis pacientes...
Fervorosamente, se despide (hasta la siguiente): El (con el corazón un poco estrujado) invernal Unicornio...
miércoles, 17 de octubre de 2007
¿Soy tonto por ser egoísta o Soy egoísta por ser tonto?
Nuevamente, mi cuate el "Chafofas" mostraba su profundo conocimiento de la RHP ("Reacción Humana Promedio") y viéndose en la necesidad de repartir las carnitas pa'l desayuno, pues tomó aproximadamente la mitad para él (total, fue y pagó por ellas), como una tercera parte para el cuate que puso pa' los chescos y una sexta parte para el que no puso nada (pero que siempre decía que para la próxima él invitaba). Sin embargo, nadie quedaba conforme, y se quejaba amargamente del egoísmo humano.
Le comenté que "matemáticamente" podía hacerse una división "exacta", pero no justa, o una partición justa, pero no "perfecta". Claro, como siempre que hablamos de cosas tan banales y sin alburear, se me quedó viendo con ojos de plato, y me invitó un taco, diciendo, "a qué mi mai, ya le hace falta algo en la panza, para no desvariar".
Y le conté (po's para amenizar el taco) una célebre leyenda árabe (que tiene diversas versiones) acerca de las matemáticas, la generosidad y el amor.
Érase una vez, que un viejo jeque sintió que su tiempo llegaba a su fin. Por tanto, mandó llamar a sus 3 hijos y les comenzó a repartir sus bienes. Como a los tres los quería por igual, les otorgó su herencia por partes iguales, exceptuando su envidiable hato personal de camellos, que por tradición debía repartirse según una proporción de medias y tercios. Y a pesar del anterior reparto, surgieron las envidias y egoísmo de los jóvenes herederos:
El problema era que, aparte del muy querido Al-Schira, un camello grande, hermoso y brillante (de ahí su nombre), el favorito del padre y que había apartado para viajar sus últimos días, quedaban 35 bellísimos ejemplares, cada uno digno de ser montura de califas. Sin embargo, por tradición, debían repartirse entre los tres de la siguiente manera:
La mitad (1/2) al hermano mayor.
La tercera parte al siguiente (1/3).
La tercera parte elevada al doble (1/9) para el menor.
Esto es, tendrían que sacrificarse TRES camellos, para dar 17 camellos y "la mitad" de uno al hermano mayor; 11 y "2/3" al hermano siguiente y 3 con "8/9" al menor... y aún así se desperdiciaría uno de los bellos animales (o por lo menos, parte de su carne).
Veamos por qué: 17 camellos para el primer hermano, 11 para el segundo y 3 para el tercero darían 31 camellos. De los 4 restantes se tendrían que sacrificar 3 para "repartirlos" a fin de dar 1/2 + 2/3 + 8/9 = 111/54, aproximadamente igual a 2.06. O sea 2 camellos y un cachito.
Las discusiones subían de tono. El menor reclamaba que, ya que le tocaba casi otro camello "entero" (8/9), se le otorgaran 4 en vez de "3 y 8/9". Los demás alegaban que no, porque se rompía la tradición (se me hace que era pretexto: par de egoístas). Y así continuaron hasta que su padre, con tristeza, se les acercó y les dijo: "no me place ver que mis amados hijos se pelean por algo tan poco importante como ésto". Entonces, el hijo menor se puso serio y declaró que renunciaba a su parte extra, reclamando solamente TRES camellos. Los demás, felices al principio, casi llegan a las manos al NO ponerse de acuerdo sobre cómo repartirse los "8/9" que dejaba el hermano menor.
Observando la escena, el padre movió la cabeza, acercó a su hijo menor y le dijo: "en ocasiones, hay que tomar medidas extremas para resolver problemas exagerados". Y palmeando fuertemente, llamó la atención de los muchachos y les comentó:
"En vista que no se logra llegar a un acuerdo, y que me duele ver que mi sangre discute sin utilizar ni su cabeza ni su corazón, he decidido darles un ejemplo y entregar a mi querido compañero Al-Schira para que se lo repartan también".
El hijo menor respingó. Abrazó a su padre y le dijo: "¡No, padre mío! Entrego mis jamales en lugar del tuyo. Ya con lo que nos has repartido me es suficiente y no me hace falta más". El mayor, avergonzado, declaró: "¡Perdón, padre amado! Permíteme ofrecer la parte extra que me corresponde para que mi otro hermano no reciba 11 sino 12 animales, y nuestro hermano pequeño reciba 4 hermosas bestias. ¿Acaso no soy bueno?"
El padre le contestó: "Han hablado con el corazón, pero no con la cabeza. Y con la cabeza, pero no con el corazón, sino también con vanidad. Pero yo voy a arreglar el problema, y entonces mantengo mi decisión".
Y así, agregó su animal favorito al hato, y acto seguido habló de este modo:
"Tú, Hamed, el mayor de mis descendientes, recibirás estos 18 camellos, que es la mitad de los 36 que ahora tengo aquí. Puedes proceder a llevártelos".
Acto seguido, se dirigió al siguiente hijo: "Tú, Omar, tendrás 12 camellos, la tercera parte de los 36 que se juntaron. Y espero que no tengas ya ninguna objeción al respecto".
Finalmente, acariciando el semblante de su último hijo, sentenció: "En cuanto a tí, Selim, no es necesario que te sacrifiques por tus hermanos. Hé aquí, noble hijo mío, tus 4 camellos, los más espléndidos de mi hato personal. Tómalos sin pesar alguno, puesto que son 1/9 exacto de nuestros 36 camellos".
Admirados y sorprendidos, los hijos miraban a su padre, mientras éste montaba sonriendo en su camello favorito mientras tomaba otro más, listo para partir.
"Pero, Padre... ¿cómo...?", exclamaba Selim. Efectivamente, habían obtenido más de lo que originalmente esperaba cada uno, ya que
36*(1/2) = 18
36*(1/3) = 12
36*(1/9) = 4
Y cuya suma arrojaba un resultado de 18 + 12 + 4 = 34. De manera que sobraba un ejemplar más, aparte del favorito de su Padre, es decir DOS jamales!
Antes de marcharse, el padre les dirigió estas palabras: "Espero que recuerden esta última lección, hijos míos. Porque a veces, para resolver algo, tienes que hacerlo con Amor. Y si lo haces bien, eso que entregues volverá a tí, y multiplicado además". Y diciendo así, se dirigió con sus DOS camellos al frente de la caravana, para volver a la tierra que lo había visto nacer, y descansar por siempre en ella.
¡Iallah!
Y el Cuento se terminó...
Después de hacer cuentas varias veces, el Chafofas se quedó pensativo. Acto seguido, se levantó y repartió equitativamente las carnitas restantes, procediendo además a partir un par de aguacates que llevaba en su lonchera. Posteriormente, me dijo: "oiga, mi buen: como que la comida sabe más sabrosa así, sin contarle los tacos a cada quién, no?? Caraxo! Y el unicornito, ya casi con lagrimillas en los ojos (es que la arena del desierto es canija, pensé yo), sintió como que el día había sido venturoso...
...hasta que mi cuate me espetó: "...pero eso sí, LA CHELA LA TRAJE YO!! Y después de repartir "sólo" un chorrito en cada vaso, se refinó casi 1/2 de caguama él solo!!! (y aquí no hubo caguamas, digo, camellos que valieran!!).
Bueno, por algo se empieza...
Con un gran eructo... ¡NO! ¡Perdón!, quise decir, con un gran Saludo (es que esas carnitas estaban...!), se despide
el didáctico Unicornio.
P.D. Total: a mí ni me gustan las chelas bien elodias...
jueves, 4 de octubre de 2007
Se han preguntado ¿para qué tanto Trabajo?
Me siento terriblemente cansado. Tengo que hacer las clásicas labores de semi-padre-como-adoptivo-soltero-pero-casado. Además, hay que calibrar los instrumentos biomédicos antes de que empiece la jornada de pacientes. Luego, tengo que lidiar con un triste texto a traducir. Y por si fuera poco, no tengo noticias del Irapuato, antiguo equipo de mis amores: ¿volverá algún día a la 1ra. División? ¿Comprarán la franquicia del América para restablecer al equipo fresero? ¿El Proyecto Orión será tan significativo como lo fue el Proyecto Apolo para la NASA? ¿Alguien me traerá un cafecito de olla para dejar de escribir tantas sandeces? (No, creo que no: son las 0645H y no hay nadie más por acá).
En fin, me pongo a escribir esto para solventar la necesidad de explicar (mas bien, explicarme) el por qué estoy aquí, en un mundo que desconozco lo suficiente como para atreverme a entrar en él: el mundo de las "weblogs").
Como decían mis colegas unicornianos: ya estamos hartos de que todos se quejen y nadie haga nada! Ya chole con el cuento de que el mundo tiene la culpa (y mi mamá también) de lo que me pasa. Ya basta de las quejas del proletariado acerca de por qué el papi gobierno no nos sigue manteniendo, po's para eso votamos (y mi apá también!). Alguien tendría que explicarles que la solución NO somos todos... pero está dentro de cada uno de nosotros.
Algo sumamente idealista y "ciertamente" iluso, pero al ver lo bien que funciona cuando se empieza desde abajo (desde los niños, los peques, los jóvenes que no han sido ten maleados), decidimos, una oscura madrugada de guardia, hacer lo que pudiéramos, a título personal, para tratar de cambiar "un poquitillo" las cosas que nos rodeaban.
De esos Avarim, sólo quedamos nosotros (yo y mi alma, jajaja). Esperando que algún día regresen, me puse a explorar estos medios de la Internet. Y comencé a contestar y comentar algunos mensajes donde leía algo (¡mucho!) de desesperanza, disgusto o insensibilidad para con los demás.
Como no quisiera que la historia se repitiera, se me ocurrió platicarles relatos de lo mejor que tenemos y compartimos todos los Hombres (y Mujeres, but of course).
A veces, uno ve y admira (o critica, algo inherente a la naturaleza humana) a aquellos que destacan en las diferentes actividades del quehacer humano. Y quizás los envidiamos en secreto. Pero de lo que no nos damos cuenta es que son personas como nosotros, "comunes y corrientes" (es sólo una forma de decirlo), pero con un objetivo en mente, con un sueño en el alma... y con la determinación para alcanzarlo.
De ahí surgió la idea de esparcir las historias que han tenido buena recepción y que hasta han inspirado a pacientitos, peques en tratamiento, compañeros en la depre y hasta familiares desheredados (de todo hay, señores y señoras míos!). Así como también desde consejos médicos-deportivos hasta anécdotas de lo peor que nos ha pasado... y cómo lo hemos sobrevivido, juar, juar (por si sirve de experiencia a otros).
POR FAVOR, NO SE ENTIENDA ESTO COMO UNA ESPECIE DE "CONSULTORIO SENTIMENTAL", JAJAJA. Perdón. Es que me ganó la risa. Ya me imagino al Unicornito con un gorro tipo frigio, grandes mascadas a lo "Madame Sassou" y bola de cristal enfrente. ¡No! Nada más lejano de la idea original. Simplemente, ojalá y esto sirviera para extender el propósito original del "Proyecto Unicornio". Y si aquí no diera frutos, ya los seguiría dando en las labores de campo. Con los enfermitos. O más bien, los desesperanzados.
Espero no aburrirlos. Y ojalá y al leer estas historias, sientan (como lo hicieron mis antecesores y como espero lo harán mis descendientes) que podemos llegar a ser mejores de lo que creemos (o hemos creído) ser, y que a pesar de todo, siempre seguiremos siendo hermanos, como en el principio, y hasta el final. ¡Hasta la vista!
miércoles, 3 de octubre de 2007
¿Qué es el Unicornio?
Así que, si ustedes no tienen inconveniente, permítanme presentarme:
Vine a este mundo un día primero, del primer mes, del último tercio del siglo XX. Fui un niño enfermizo (¡qué aspecto tendría al nacer, que a la hora de darme la clásica “nalgadita”, no emitía ningún chillido... hasta que el preocupado doctor se dio cuenta que me estaba confundiendo con el cordón umbilical!).
El tiempo pasó, y la única forma de salir del círculo vicioso de médicos, medicamentos, hospitales, terapeutas, reposo y médicos otra vez, fue rebelarse y hacer cosas no autorizadas: asolearse, correr hasta sudar, caminar bajo la lluvia hasta empaparme, carcajearse hasta casi ponerse azul.
Entonces se presentaron otros amigos: el Deporte y la Naturaleza, los Griegos y sus Olimpiadas, Héroes y Logros, la bendita Música y de este modo la visión de las cosas dio un giro de, aproximadamente, 180 grados. Ahora la ley era: “El Mundo es, básicamente, Injusto... luego entonces, estamos aquí, para cambiarlo”.
Finalmente, después de pasar por varias comunidades estudiantiles, llegué a la conclusión de que en general la gente “buena” abunda, lo que pasa es que la gente “egoísta” domina los puntos de contacto. Y entonces hay que hacer labor de albañilería para dispersar la buena nueva: “¡Hombre, no somos tan malos, después de todo!”.
Por eso mi predisposición a animar a las personas en general.
Déjenme explicarles un poco más en serio en qué creo, para poder abrir mi persona (espero) hacia ustedes, estimados “internautas”, esperando no sonar aburrido o pedante:
Según el tal filósofo griego Protágoras, “El Hombre es la medida de Todas las Cosas”.
Es como la arquitectura de principios del Renacimiento: no son los grandes monumentos románicos o góticos. No pretenden (como quizás también queremos hacer en estas épocas) “impresionar” ni avasallar a fuerza de grandes dimensiones o pesos. Son algo más “humanas” y menos “divinas” o “mesiánicas”, ajustándose a la escala de las necesidades humanas razonables. Querían hacer a los individuos más conscientes de sus facultades, en el sentido de encontrarse a sí mismo como un ser Moral e Intelectual COMPLETO. Son, como gran parte de las obras de esa increíble época, una afirmación de la dignidad humana.
Pero ahora, siglos después, estas palabras (“La Dignidad del Hombre”) parecieran marchitarse y no tener sentido real en nuestros contemporáneos labios. Pareciera que ya no tenemos el entusiasmo fresco y estimulante de aquellos Hombres, gente de una sola pieza, moral e intelectualmente hablando. ¿Hemos perdido ese aire de seguridad y vitalidad apenas contenida, que ha caracterizado a los Padres Fundadores de una Civilización? ¿Seremos acaso la hierba pequeña, insignificante y caduca que tiene que fenecer para ser el abono de la siguiente generación de grandes y majestuosos árboles?
No. YO NO LO CREO ASÍ. Creo en la capacidad de la especie Humana para cambiar y evolucionar (muchas veces, a pesar de ella misma). Tampoco pienso que solamente el carácter y la seriedad heroica de la moral y el intelecto sean el rumbo. La gravedad de la seriedad moral DEBE ir aligerada por el etéreo paso de la Inteligencia Grácil, el Humor Afable y la Bondad Alegre y Diáfana, pero Firme y Justa, de los primeros misioneros, por ejemplo.
Aquí, corro el riesgo de mostrarme como lo que siempre he sido: un “joven viejo y anticuado”, como me decían antes, o un “hombre maduro (¿?) con ridículos ímpetus juveniles” como a veces me espetan ahora. No lo sé. Pero sí se en lo que en verdad creo, y por experiencia propia, son opiniones que desde mi temprana juventud, no eran bien vistas por las “corrientes” intelectuales modernas:
Para empezar, no creo en el Socialismo, ni el Anarquismo, ni el Capitalismo, ni el Cristianismo, ni el Budismo, etc., etc. Creo en las sociedades que instrumentan una Civilización Igualitaria (¿socialismo?); en las naciones que impiden que un gobierno los manipule EN SU PROPIO NOMBRE (¿anarquía?); en los pueblos emprendedores, ahorrativos, pragmáticos y rabiosamente individualistas (¿capitalistas?); en las enseñanzas de Cristo y Buda (¿...?), pero NO en los que se dicen "sus seguidores" o se autonombran sus jerarcas (de ahí lo contradictorio e impredecible del intempestivo caballo con cuerno).
Y continuando, parafraseando al Maestro Kenneth Clark, creo que el Orden es mejor que el Caos (si no ¿por qué estaríamos aquí? somos información encarnada opuesta al caos primigenio). Creo que la Creación es mejor (y más difícil) que la Destrucción. Antepongo la opción de la moderación al estallido de la violencia. En este contexto, siempre creeré que la Solidaridad Humana siempre, pero SIEMPRE, valdrá más que CUALQUIER ideología (incluyendo ÉSTA, but of course!). Y que al final, una de las ignotas razones por las cuales existimos y estamos aquí, es porque el Conocimiento es preferible a la Ignorancia.
Creo en aquello que nos ha traído hasta aquí, a pesar de Glaciaciones, Catástrofes planetarias, el Pleistoceno, las Grandes Guerras y hasta terroristas farisaicos, hipócritas y cobardes (iba a decir “amigos de Bush”, “diputados” partidistas y “revolucionarios” fundamentalistas, pero no quisiera “ofender” a nadie). Eso que alguna vez denominábamos Compasión, Empatía, Cortesía, Inteligencia, Bondad, Coraje.
Y es que, a pesar de las nuevas tecnologías, teorías económicas y tesis psicosociales, se nos olvida que el Hombre no ha cambiado, intrínsecamente, en los últimos tres mil años y que entonces debemos seguir aprendiendo de la Historia. Y la Historia somos Nosotros.
Por eso creo, firmemente, que el Hombre está hecho, entre otras cosas (Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno, etc.), de Esperanza y de Fe. Y esto dicho sin ninguna connotación idealista o pseudo-religiosa, sino per se.
“Un hombre puede ser cualquier cosa que desee ser, si así lo quiere”, decía Alberti, uno de los personajes paradigmáticos del Renacimiento Temprano. Y estoy (y estaré) siempre completamente de acuerdo con él. O como se dice ahora por ahí: “Nada es Imposible” (y agrego que solamente lo que nos falta es, generalmente, tiempo).
Esto es lo que es el Inalienable Unicornio. Una representación de un tal E. Alator (e ¿incluso será al revés?), servidor de ustedes, de los peques que son nuestros herederos y de la alegría de conocer y compartir personas con el afán común de salir cada día a hacer de estos lares, sitios un poquito menos injustos o tristes que ayer.
El singular Unicornio (ben Eiren, ben Ismael, ben Miguel).
lunes, 1 de octubre de 2007
Y en el Principio, todo era Oscuridad...
